A muchos les había quedado una espina
atravesada luego de la derrota a todas luces inmerecida en el Torneo
Preparación. Por eso, el choque ante Kovac, con quien veníamos parejos en el
año (un triunfo y una derrota en ese certamen) representaba algo más que
intentar seguir por el buen camino en el Anual; era también, la oportunidad de
poner las cosas en su lugar y olvidar aquel juego que terminó siendo clave para
nuestro futuro en el Preparación.
Otra vez, como cada vez que nos toca Kovac, el
lugar fue La Porteña,
donde ellos hacen de local. En una tarde gris y fría, de esas no tan
alentadoras para jugar, estuvimos en buen número y eso permitió planificar bien
la estrategia a la dupla técnica Hache-Parisi (hubo faltazo de Pichón) que
dispuso el siguiente equipo: Flavio; Raúl, Marcelo, Pablo y Jesús; Ramiro,
Germán, el Viejo y Pari; Cucho y Chato.
La paridad en el partido habrá durado 5
minutos, los que nos llevó entrar en calor y ritmo y empezar a imponer nuestra
mayor dinámica, aunque nos faltaba más precisión para llegar con claridad. De
todas maneras, el trámite fue dominado siempre por La Molinera, ya que jugamos
bien parados en campo rival y la pelota casi siempre fue nuestra. La única
preocupación llegaba con algunos pelotazos cruzados, aunque Kovac no tenía peso
en ofensiva y nuestra defensa pasó pocos sobresaltos.
Parecía que encontrar el gol era cuestión de
tiempo y así, una error del arquero rival le permitió a Cucho, de cabeza, poner
el 1-0 y destrabar casi por completo el partido. Porque Kovac quiso adelantarse,
lo hizo mal y dejó huecos atrás que provocaron varias llegadas francas de los
delanteros y volantes. Y en una de esas llegadas, Germán habilitó a Chato,
quien tuvo paciencia para desairar al arquero y a un defensor, y mandarla a
guardar para establecer una diferencia más acorde a lo que pasaba en la cancha.
Después hubo opciones para que Cucho, el Viejo y Chato aumentarán, pero el
primer tiempo se cerró con ese 2
a 0 tranquilo, con un juego más que aceptable.
Para el segundo, se vinieron varias modificaciones: en la defensa, Fernando reemplazó a Jesús y el Petiso a Raúl; Cabra entró por el Viejo en el medio y Zambón por Chato adelante. Si bien, al jugar con enganche, estuvimos algo más expuestos en el medio, cada contra nuestra tenía olor a gol y después de una buena combinación de ataque, Cucho liquidó el partido cuando todavía habia mucho por jugar.
Caio entró al ratito por Vainilla y ya con el
partido liquidado y un rival impotente, el equipo dosificó algo de energías y
hasta se dio el lujo de desperdiciar algunas situaciones muy propicias. Zambón
metió el 4-0 cuando faltaba poco y redondeo una buena tarde de La Molinera, que si se lo
proponía, podría haber logrado una goleada aún mayor.
Para el final y más allá de que Kovac llegó poco, da mucha tranquilidad tener un arquero que cuando lo exigen responde. Estar bien protegidos en el arco, nos da muchas más chances de seguir peleando arriba.
German Robato
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